Tu sitio web no es solo una vidriera para que los demás te vean, también cumple una función de espejo. Muestra quién sos, como sos, te ordena según tus propias pautas y valores, no según los dictados de una red social o sistema externo. Esto aplica tanto a personas como empresas u organizaciones. Por supuesto hay que manejar cierto lenguaje visual y ciertos códigos para que la gente te comprenda, moverse dentro de lo conocido, pero te da una libertad de expresión que no se obtiene en otros espacios.